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jueves, 3 de diciembre de 2009

En mi casa junto al lago salado


-Creo que no estás bien, que no disfrutes de este sitio, o quizá sea mi compañía-

-Me venía bien cambiar de aires, no soporto el frío y yo necesito calor-

-Supongo entonces que no es suficiente el calor que yo te pueda dar-

-La chimenea no funciona, ni siquiera ni aún dándole una nueva chispa dudo que la lumbre pueda encender.-

-Entonces si piensas que no vas a estar bien, ve, busca abajo, aún más abajo del lago, mira alrededor si crees que hay leña que pueda volver a quemar, pero pienso que quizá el problema no sea ese.-

-Hubo un momento que te notaba incandescente, que me daba cuenta que podía estar aunqe sea desnuda frente a ti, y que no notaría ningún síntoma de gelivación en mi piel. pero ya no irradias ese calor.-

-Pues entonces ve, baja la montaña, y puedes estar bien, al abrigo de la vegetación, bajar a la aldea y encontrar la felicidad, o puedes darte cuenta que en realidad es invierno, y que nunca más a sentirte tan abrigado como aquí conmigo, yo estaré espérando aquí en mi casa, junto al lago salado...-

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