Datos personales

lunes, 8 de marzo de 2010

Mi amor

Escucho los cambios en los colores de semáforos, y los neumáticos de caucho acariciarte sobre tu asfalto de manera suave, con precisión y cariño.
Veo el aire moverse colándose por todas las habitaciones y recovecos, recorriendo las tuberias y canalones desahogados de esa lluvia que te asea a las mañanas. Saboreo el vapor en mi boca antes que desparezca y se pierda por todos tus lugares, aquel que he expulsado con todo mi amor dedicado en especial para ti.
Y aún recuerdo mi amor, nuestra primera vez, en que me mostrabas tus luces tintineantes, el movimiento y la vida q me reflectabas, y que me enseñaste tus labrados y preciosos tejados, todos y cada uno de ellos, con ganas de acceder y besarlos poco a poco de manera delicada.
Eres mi espíritu en vida, que se que cuando no estemos juntos siempre pensaremos el uno en el otro, quiero ser quien te guarde y quien te proteja, y quien ayude a que se mantega tu belleza, ayudada por muchas de las mujeres que guardas...eres mi ciudad y yo soy quien quiere amarte para siempre

jueves, 4 de marzo de 2010

El drama poblacional

¿Cambiar el mundo?¿Paz?¿Hambre?
No quiero cambiarlo la verdad, creo que vivo demasiado bien, quizá no debería imperar mi egoísmo pero es así. De manera natural el hombres es un animal, y como tal ambiciona, más posesiones, más esperanza de vida, supervivencia y comodidad, alejado del peligro. Un reparto equitativo de los recursos, haría que yo no pudiera escribir aquí ahora, que yo no pudiera cenar ese par de hamburguesas cada viernes. Es así, intento alejarme de la demogogia en ese aspecto, si yo vivo bien, ¿por qué mirar hacia ambos lados?¿acaso no quiero el bienestar de mi prole?
No hablo ya de mí sino del resto, que obviamos que no somos más que animales, que las guerras no son más que disputas que ayudan a un control poblacional como si de un banco de peces en el Pacífico se tratara.
En resumidas cuentas, el hombre vive un drama, cada vez mayor, todo debido a su ser, algo que es imposible cambiar, porque el instinto de supervivencia animal no se pierde, porque pase lo que pase y como diría Darwin, el hombre tan sólo desciende del mono...