Clavado

Y la carrera acababa de empezar, el pistoletazo de salida con un estruendo característico no hacia sino más que anunciar, que el recorrido más importante debía ser comenzado...pero allí estaba yo, como el atleta sordo que se queda clavado, mirando como a su alrededor todo se mueve, a excepción de él, anclado y con lastre.
Pero de repente pensab, sabía que no alcanzaría el record pero, ¿por qué no salir?y sintiendo como mis tacos desgarraban el caucho del pasado, como el viento de cara del presente no me impedía avanzar alcanzando...¿Qué meta? cualquiera supongo, porque lo importante de la carrera era participar, sin importar la posición, pero sentirse vivo para no quedarse clavado nunca más.

Parece una locura pero sí, creo que no estaría tranquilo sin intentarlo, ya he logrado estudiar algo relacionado con el medio y quiero más retos en mi vida, quiero saber más, la historia del hombre a través de lo que ha dejado y sobretodo quiero llegar a entender a un loco, porque siempre quise estudiar medicina...
Tengo 20 años para conseguir muchas cosas, quizá sea muy ambicioso, seguramente no pueda con ello, pero quiero intentarlo...

Cada palabra sincera humedece el papel donde es escrita

Asqueroso futuro

Ataviado con el oscuro traje de la inseguridad, buscando salida al desagüe común al que van a parar los sueños e ideales, conducido todo hacia el mismo final. El solitario futuro, absurdo y encerado, donde cualquier vaho o gas de humanidad queda atrapado sore su superficie para después resbalar y acabar en el suelo.
Ese es el sentimiento y la visión de futuro, con necesidad de que alguien también viva y comporta esos momentos importantes, o que alguien escuche las teorías locas sobre la vida que un demente puede darle...

Suerte

La suerte y el azar, la bala diparado por ese franco tirador ciego, con graves enfermedades en su sitema locomotor como el parkinson y una gran esquizofrenia que le hace imaginar la mayor y más inmesa de las dianas.
Esa es la suerte, en manos de un loco que dispara sin ningún ton y mucho menos sin ningún son hacia ningún lado. Ese loco que tienes en tu hombro, junto a tu cabeza y te hace tomar decisiones que correctas o no tiene todas sus consecuencias. Siempre he hecho caso a ese loco, que me ha llevado a vivir tan bien como mal determinados momentos. Sus delirios amorosos, su crescente cansancio que te dota de la vagancia necesaria para hacer la mejor de las tareas, la nada, y demás suertes que me ha podido proporcionar. Este demente ya me ha dado mucho, aunque también el azaroso duende me ha hecho vivir otras situaciones menos festivas.
Ya es hora de que dejes de intervenir por mí, creo que estoy dispuesto a salir fuera sin tu no poco importante actuación...