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jueves, 4 de junio de 2009

La eterna imperpección


De alguna manera es la barrera que te puede separar de los nervios y la tensión, con la felicidad absoluta. Puede que nunca vaya a ser perfecto, creo que de todas formas sería una estupidez pararme y no intentarlo, sería un retroceso.

Seguramente la no búsqueda de lo perfecto, de lo mejor, o de lo más estético supondría una involución, pero creo que la obsesión con esta búsqueda también me lo supone.

No se, por qué lo hago, de alguna manera intento hacerme cada día mejor en todos los aspectos, quizás como consecuencia de la madurez o como la propia acción de ello.

No soy de ninguna manera el mejor de todos, pero me puedo imaginar que siempre habrá alguien peor que yo en algún aspecto de la vida. La obsesión por la eterna perfección, hace que me distraiga a la hora de disfrutar los mejores momentos, el miedo a no ser el mejor, estar a la altura, o ser superado tanto como por los demás como por las mismas situaciones llega a engullirte aterrándote y llegando incluso a agarrotarte. por eso no es bueno mi tensión por miedos estúpidos, por complejos que el espejo quizá no refleje de verdad.

No hay que obsesionarse con ser perfecto, por auello de la involución, aunque tampoco hay que asentarse y caer en la absoluta espiral de la eterna imperfección...

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